¿Nos distraemos de las acciones? o, ¿nos centramos en otras acciones?. Cuando estamos trabajando y de repente nos encontramos a nosotros mismos divagando por la noche de ayer decimos que nos hemos distraído y tratamos concentrarnos en la mesa de trabajo. Sin embargo, cuando estamos sentados viendo un programa de televisión y nuestra mente viaja sin control, nuestro cerebro no hace el esfuerzo de volver a su tarea inicial. Es cierto que en el primer caso se trata del deber de cumplir con tu trabajo... pero ¿qué ocurre si sustituimos la acción de trabajar por la de estar escuchando a tu mejor amiga?. ¿Quién nunca a asentido la cabeza sin saber muy bien lo que le estaban diciendo?. Pienso que las distracciones que tenemos vienen motivadas por el poco interés que una acción desprende. Se trata de preferencias. Todos tenemos nuestras preferencias.
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